Los objetivos del curso, de carácter gratuito, han sido difundir entre madres y padres de los beneficios para el desarrollo del bebé y el establecimiento del vínculo con su madre que ofrecen el porteo y el contacto físico constante entre ambos, así como mostrar las diferentes técnicas para portear adecuadamente a los pequeños y los distintos tipos de portabebés: fulares, mochilas, bandoleras, pouchs, mei-tais, etc.
El taller ha estado a cargo de una experta en la utilización de portabebés y miembro de la asociación pro crianza en brazos Red Canguro. La ponente comenzó exponiendo los beneficios del porteo para bebé y madre y la importancia de la fase de crianza en brazos, mostrando como esta forma de llevar a los bebés es la habitual desde que existe la humanidad y continúa utilizándose en la mayoría de países del mundo. A continuación, mostró a los asistentes los distintos tipos de portabebés y formas más habituales de colocar en ellos a los niños.
Para terminar, todos los asistentes pudieron practicar diferentes posturas (a la cadera, delante, en la espalda, para dormir) con varios tipos de portabebés, como fulares (pañuelos largos que se atan), bandoleras (pañuelos ajustables con anillas), pouchs (telas en forma de cilindro similares a las bandoleras pero sin anillas), mei-tais (similares a las mochilas pero con tiras para atar), mochilas, etc.
Los seres humanos somos primates portados, desde los orígenes del hombre se ha transportado a los bebés en brazos o usando portabebés de diferentes formas y materiales. Desde el punto de vista evolutivo, el ser humano nace de manera “prematura” en comparación con las crías de otras especies, ya que no es capaz de desplazarse por sí solo y necesita que se cubran todas sus necesidades básicas. Por eso, los bebés buscan y necesitan continuamente la presencia de sus madres, el contacto físico con ellas: de esta forma, se aseguran la atención a sus necesidades y su supervivencia. Y por este motivo, los pequeños que son tomados en brazos a menudo y son transportados suelen estar más tranquilos al sentirse más seguros.
Al utilizar un portabebé se favorece la fase inicial de desarrollo de los bebés, hasta que comienza la deambulación y ellos mismos piden pasar más tiempo en el suelo, gateando o andando. Además, para los pequeños que ya han llegado a esta etapa los portabebés siguen siendo de gran ayuda para poder desplazarse con mayor rapidez, además de que son mucho más ligeros y económicos que cualquier carrito o silla.
Existe en la cultura occidental la errónea idea de que proporcionar contacto físico a los bebés y niños es “malacostumbrarlos” o incluso perjudicial para ellos porque los vuelve dependientes. Sin embargo, la satisfacción de esa necesidad de ‘brazos’ hará que los niños se sientan atendidos, más seguros de sí mismos, más sociables y más independientes, y con confianza hacia las personas que le rodean.